Una vez me dijeron que un texto te deja de pertenecer en el momento en que lo rubricas con el punto final. A partir de ahi pasa a ser propiedad de quienes lo leen. Y cada uno tiene su propio texto. De ser cierto tengo que pedirte comprensión, algo de cariño, paciencia y buen humor cuando no pienses como yo...que será en muchas ocasiones.Espero que este blog sea un humilde homenaje a aquellas reuniones nocturnas de nuestros abuelos; leoneses que compartían vivencias y opiniones al calor de la lumbre.
Bienvenido a este lugar que ya es de los dos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

HAY QUE MIRARSE MÁS EL OMBLIGO



El otro día me comentaban con razón que es vergonzoso que compremos unas zapatillas de cierta marca que las fabrica en diez minutos con unas condiciones deplorables para sus trabajadores. Me decía que es indigno que por algo que cuesta menos de cinco euros paguemos más de cien como borreguines. Luego me contaba otro que se iba a ir a un país cuyo nombre ni siquiera recuerdo por falta de atención por mi parte a ver cierto monumento cuyo nombre tampoco recuerdo porque a esas alturas de la conversación ya dormitaba. Pues muy bien. Yo es que me he vuelto muy autárquico (sin connotaciones por favor) con estas cosas. Con el tema del turismo y de las preocupaciones sociales me he vuelto muy nacional e incluso provinciano. Es más, lo reconozco: me calo la boina sin ningún tipo de rubor. A mí, personalmente, me toca más los cojones que a un patatero de mi pueblo le paguen una miseria por una tonelada de patatas cuando yo voy a comprarlas en una gran superficie pagando un 600% más. Entiendo que entre medías hay una gran industria generadora de riqueza enlos sectores del transporte, distribución, promoción, cuidado del material...lo que se quiera, vaya. Pero no deja de ser asqueroso e insultante la diferencia. También entiendo, que es más grave la situación de los trabajadores pakistaníes que se dejan el pellejo en fabricar unas zapatillas de pellejo. Pero claro, a mi me duele más lo de mis paisanos, cosa de verles todos los días, de cercanía y de similitud.

Luego está lo del turismo. A unos cuantos leoneses les metía yo en un autobús con unas zapatillas y un bastón de peregrino para recorrerse de la cabeza al rabo la piel de este maravilloso León por descubrir. Muy pocos son los afortunados que saben y disfrutan la ingente cantidad ingente de asombrosos secretos que guarda nuestra provincia. Naturaleza, patrimonio, historia, fauna... Y cuando acabaran de recorrerse León a patearse el resto de España. Además, a Zapatero le dabamos una alegría con aquello de reactivar el consumo y la economía. En fin, es uno de los problemas de la globlización, que nos hemos universalizado tanto que ya no nos acordamos de lo que hace el vecino de al lado. Ahora para ser cool y estar a la última moda hay que preocuparse de la caza de la ballena en Japón y del estado de la perdida de cultura de los indígenas maoríes en Nueva Zelanda.
Foto: Cascada de Nocedo de Curueño. Uno de los miles de pequeños secretos por descubrir en León

LA CULTU SE MAQUILLA

Pues eso, una burda operación de maquillaje, un engaño más a los leoneses y otro me voy sin irme que angustia de este ni contigo ni sin ti tienen mis males remedios. Con menos que esto Sabina ya se habría marcado una coplilla con amargo sabor a orujo leonés y sobremesa de pueblo porque entre todos la están matando y ella sola se va muriendo. Se marcha el Dioni, el ladrón oficial de España no, el otro. Dionisio Elías para entendernos. Dice que se marcha porque necesita de un tiempo que no dispone para ponerse de acuerdo con el administrador concursal. A mi la cosa me huele a que con el administrador concursal vigilando es más complicado copiar en los exámenes y por eso no le interesa seguir en clase.


Pero el caso es que se marcha sin irse como digo. Porque ahí sigue su principal asesorado, cuidador y defensor, a la sazón presidente de la desorganización blanca. Domingo Cueto sigue porque el club es suyo; y hace bien, claro. Cueto le dice a sus nietos que no tiren los juguetes que les regalan sus papás y por tanto predica con el ejemplo. Y el Dioni de León también sigue porque su familia tiene metido bastante dinero en el club y ya se sabe que la familia que invierte unida tararí...Ahí es donde habría que hablar de la llegada de aquellos salvapatrias de chequera fácil y olor a puro que lo más redondo que habían visto en su vida era un ladrillo. Los que iban a salvar la Cultural y al final nos la secuestraron sin que Zapatero pagara rescate de los Fondos del Estado, el muy ladino.


Y mientras los periódicos leoneses han estado dos días dando la matraca con un cambio de aires en el club, con que el alcalde se ha puesto duro como el sargento Hartmann de la Chaqueta Metálica y ha dicho que verdes las han segado. También ha servido para lanzar unos cuantos nombres de futuribles a la palestra. Al final entrará el que menos ruido haga, el menos preparado, el más lamebotas y el que mejor siga dejando hacer a los que hacía hasta ahora. Con eso pretenden lavar su imagen e ilusionar a los leoneses. Jodido lo llevan.


Da pena ver el estadio de la Cultural. Menos de mil personas en algún partido y eso que el rival invitaba y que el frío aún no habia puesto a León bajo cero. Casi la mitad de aficionados se congregan cada domingo en El Golpejar para ver a los niños del Puente Castro y, sin embargo, el equipo emblema de la provincia leonesa no es capaz de llegar al millar. Normal. Mientras el Dioni de León siga campando a sus anchas por los despachos culturalistas me sé de un equipo leonés que seguirá desangrándose y de unos aficionados que seguirán llorando la suerte del equipo de sus amores. Y no son los de la Ponferradina.

A PACO FERNÁNDEZ LE FALTAN LUCES


No, no. No penséis mal. No voy a ser yo quien juzgue ahora la inteligencia y capacidad del alcalde de León. Y con más razón ahora que se acerca la Navidad. Fechas de buenas intenciones y solidaridad con los menos agraciados. La cosa va más bien por esto último: las luces navideñas.


El iluminado de León se retrasa (en sentido literal) hasta poco antes de la Nochebuena. Y será más exiguo que nunca, con el consiguiente enfado de hosteleros y comerciantes leoneses. Los peor pensados dicen que cuanta más luz mejor se verá el deplorable estado de las calles y de ahí la medida. Es por eso que otros apuntan que Ibán ya está pensando en cambiar las farolas por candiles de aceite. El alcalde dice que no hay dinero. Cosa cierta, tanto como que sí lo hay para otras cosas. Por ejemplo, para visitar bajo pretexto de promoción turística en ciudades tan enraizadas y próximas a la cultura leonesa como Seattle, Sídney o el New York, New York de Sinatra.


Y todo a cargo de nuestros bolsillos, que no les falte de nada al alcalde y su séquito. Los resultados de su ardua tarea promocional nunca se conocerán. ¿Por qué? Porque al alcalde tampoco le gustan las luces que alumbran su gestión. Prefiere el oscurantismo y la falta de información a los leoneses, lo que ha llevado a que su gobierno sea considerado uno de los más opacos de España en una encuesta reciente.Pensándolo bien. La razón de la falta de luces en ambos casos está más que justificada: cuando no quieras que se vea algo mejor apaga la luz.

miércoles, 21 de octubre de 2009

TODO POR LA FOTO

Os quiero hablar de una foto. El problema es que es una foto que no puedo poner por aquello de los derechos de imagen y vainas varias. Así que trataré de hacer como esos programas de radio sobre cine, que vienen a ser lo mismo que dijo el genial Groucho Marx sobre la inteligencia militar. En la foto en cuestión salen Jaime Lissavetzky (o como se diga) y nuestro entrañable Paco Raquetas tratando de emular a Usain Bolt y Tyson Gay. Salen como a punto de recibir un pistoletazo de salida, en sus marcas, en sus tacos, preparados, listos, tacatún. Lo que pasa que no hay tacos, los dos van en traje, con kilos de más en las alforjas y con un estilo de atletas que deja mucho que desear. A su lado pasan unos cuantos vecinos, ciudadanos, leoneses y leonesas que diría Patxi. Unos miran a los dos personajes un tanto atónitos. El resto directamente va arrastrando el escroto por el suelo de la risa que les provocan los dos soplagaitas haciendo el papelón.

Pocas fotos son tan buena metáfora de lo que representan algunas mediocridades politicas en la actualidad. Mientras que la gente va a lo suyo, a su bola tratando de sacar el pescuezo en esta puta crisis en que nos han metido; los politicastros se dedican a hacer la bufonada intentando salir lo suficientemente ridículos para que la foto sea portada del periódico. Simpáticos zascandiles…

TA LLUEU ABEL (HASTA LUEGO PARDO)

Pues a mí no me parece justo. Lo de Abel Pardo me refiero. Me recuerda mucho al capo de la mafia cuyo nombre no acierta a alcanzar mi memoria que, tras muchos crímenes y tropelías con implicación directa, acabó con sus huesos en la cárcel por una contabilidad mal realizada. No es justo. Con la de veces que Pardo la ha preparado, tantas y tan gordas, de forma directa e intencionada…ahora parece que le van a dar boleto sin haber participado. No hace falta que Pardo diga que no es nazi, ni filonazi, ni admirador de Goebbels a pesar de las similitudes del oficio. Es evidente que no lo es porque, a pesar de todo, es un tío culto y listo. Lo que pasa que claro, ser un líder de masas tiene estas cosas. Cualquiera de tus cuatro compinches te la puede liar y tú debes comerte el marrón correspondiente por elegir mal las compañías. Además, el asumía con luz, taquígrafos y mucha pasta invertida en publicidad todo hay que decirlo, cuanto bueno tenía la Llionpedia; ahora no podemos decir que lo malo es cosa de Auslli y yo no sé nada, señor juez. Lo que pasa que si tus antecedentes guardan relación con asociaciones que tienen una ética tan distraída en relación con el uso de la violencia…También pasa que si uno de tus inspiradores políticos es un tipo tan bizarro y trasnochado como Umberto Bossi, todos los argumentos de Pardo hay que ponerlos en cuarentena y cogerlos con pinzas por si apestan.
Lo que me demuestra todo esto es que a Pardo se le tenían muchas ganas y que en León hay mucho cagón que sólo se atreve a levantar la voz cuando el coro grita todos a una. Ahora toca lapidar a Pardo cuando antes se lapidaba a los que se atrevían a cantar las verdades del barquero de este personaje. Así nos va…

viernes, 9 de octubre de 2009

UN NEGOCIO MUY BIEN MONTADO

León tiene capacidad para convertirse en un polo de atracción de alumnos que desean aprender castellano. Tiene esa capacidad por su emblemática historia, por la más que correcta utilización del lenguaje de sus habitantes y por sobrados medios académicos. De la misma forma que la tiene Salamanca que debería ser nuestro espejo y a la vez más próximo rival en esta materia Y eso supone mucha pasta, muchos dólares. Sin embargo, en León somos más papistas que el Papá y así nos luce el pelo. Llevamos de emisario a nuestro aspirante a pardal (de pueblerino, se entiende) más representativo del Reino que lo mismo se calza una boina que un birrete si sale a tanto la hora. Aparece Abel digo, para vender no el castellano que eso está muy mal visto en su tierra, si no el leonés, esa lengua olvidada por arcaica y oxidada. Una pieza de museo que debemos conservar como oro en paño tal y como lo que es: una reliquia de la que hablar y lucir con orgullo. Lo que no podemos pretender es que seguir trabajando con rocas de sílex por mucho que las hallemos expuestas en Altamira. Del leonés, por suerte o por desgracia, se puede hablar pero ya no es posible hablar con él o a través de él. Hace tiempo que dejó de ser una herramienta para convertirse en una delicada pieza.

Pero claro, todo esto quedaría hasta bochornosamente anecdótico si Abel Pardo hiciese todo esto por convicción, su cruzada llionesista por evangelizar al mundo con las bondades de su Reino. No dejarían de ser las ocurrencias del feliz botarate que con maestría dibujan los ilustradores de los rotativos leoneses. El problema es que el asunto del leonés tiene mucho más trasfondo, económico por supuesto. El tinglado que se ha montado Abel Pardo tiene mucho de negocio y muy poco de cruzada idealista. Si la gente de New York, París o Kuala Lumpur quiere aprender llionés alguien tendrá que enseñárselo. Si hay necesidad de escribir un portal web con contenido filofascista en el mismo idioma, alguien tendrá que realizarlo. Si se requieren manuales para la Universidad o formularios oficiales en leonés alguien tendrá que encargarse. ¿Quien? Los acólitos de Pardo, por supuesto. No nos engañemos, la aventura del leonés de Pardo y sus cuatro amigos no es ninguna entrañable y quijotesca marcha romántica en favor de sus ideales de juventud. Para Pardo el leonés es un pozo de petróleo con exclusividad y que piensan sangrar hasta dejar completamente seco, la forma de fabricar una red clientelar a través de un producto que solo puedan controlar ellos; no es una idea nueva en España pero si es la forma más burda y zafia en que se ha llevado a cabo. Es un pastel muy goloso y sus chicos no piensan dejar ni la guinda.

Es decir, que está muy bien dedicar recursos para su conservación y su cuidado. algo que hizo con su depurada maestría habitual Javier García Prieto desde la plataforma de la Diputación de León. Lo que ya no está tan bien por no decir que está muy mal es que de forma sectaria y partidista, nuestro querido amigo Pardo se dedique a minar las oportunidades de progreso y crecimiento de León para favorecer las suyas propias. Las suyas y las de sus amigos por conveniencia se entiende. Con sanguijuelas políticas como estas normal que el León se desangre.

viernes, 2 de octubre de 2009

NOS HAN ROTO EL CORAZÓN

Voy a ser el primer ave carroñera. Soy así de cainita, lo reconozco. No nos engañemos. La nuestra era Madrid 2012 y no pudo ser por un tipejo que en vez de meterse el dedo en sálvese la parte lo colocó en el botón equivocado. El tema de la rotación de continentes supone una excusa perfecta e inapelable para tumbarnos aunque las razones reales sean bien diferentes. Aquella sí era nuestra oportunidad. París, Londres, Madrid y el que más chifle capador. Como en los chistes: el francés, el inglés y Gallardón.

Ahora nos han jodido los nuestros, los europeos digo. ¿Por qué? Porque por mucho rey campechano y olímpico que tengamos aquí cada perro se lame su pijo y un Madrid 2016 significa una bala perdida para Roma, Zurich, Moscú o Munich, por ejemplo. Hemos pecado de apresurados, de faltos de paciencia. A falta de 2012 tocaba quedarse a esperar al tren de 2020. Aquí importa poco la valoración de la candidatura y mucho el juego de intereses, el egoismo nacional y la alta política. Eso sí, nada que reprochar a nadie. La ciudad perfecta, las intervenciones sublimes, el espiritu olímpico por las nubes, la diplomacia inmejorable y la unidad que deberíamos tener para todos los asuntos trascendentales de los españoles.
Visto el patio, propongo a Pacofer que coja a Lazaro García Bayón y se pongan mano a mano a diseñar una candidatura virtual en un rato que les sobre tiempo. León 2020: el salto de zanja y la maratón a través del carril bici ya lo tenemos solucionado.




domingo, 12 de julio de 2009

GEORGE PARDO ORWELL


Acabo de leerme la entrevista digital a Abel Pardo en un conocido portal de información leonés. Cada día admiro más a este tipo. Lo digo casi en serio. Ha respondido a las cien preguntas con toda la extensión que requería cada una, con su verborrea habitual, entrando al trapo, dogmático, un punto didáctico, radical en sus posturas con los suyos y radical en las formas con los que están contra él, rozando el tono chulesco, casi de duelista de chigre en ocasiones.

Lo cierto es que como polemista o rival dialectico ningún político leonés le llega a los zancajos. Encarna la quintaesencia del lenguaje orwelliano, el Ministerio de la Verdad en su máxima expresión. También me asombra la facilidad que tiene para acudir al respeto escrupuloso de la normativa legal, cuando esta le beneficia claro, un tipo que, en la práctica, se pasa la legalidad por el forro cuando le conviene. La misma facilidad que tiene para falsear hechos y datos siempre que puede.

MEJOR EN ESPAÑOL, PLEASE



Estoy K.O., acabo de hacer footing y encima me han puesto una multa al salir del parking por saltarme un stop. Necesito un sándwich o un snack mientras zapeo y mando unos mails. Fuck, cuantos emails de chats, misses en topless y marketing; shit. Y encima el pesado de Cristiano en la tele, menudo playboy, un slogan con patas. Que stress!!!


No los soporto, os lo juro. Los prendería fuego ahora mismo, a uno tras otro. A ellos y a sus barbarismos de mierda que contaminan de forma intencionada nuestro idioma. Parece hasta racista, pero no lo es, desde luego que no. Creo en la inmigración como, entre otras cuestiones, forma de aportar plusvalía a nuestro país. Creo en los anglicismos del mismo modo para con nuestro idioma. Pero odio que se introduzcan palabras que ya existen, que son mejores, que rozan la perfección. Me encanta mi idioma, el español no el castellano, ese que han engalanado Cervantes, Unamuno, García Márquez, Vargas Llosa, Larra, Galdós, Cela…La lengua con la que conquistamos el mundo, motivo de envidia de tantas civilizaciones. Me encantan sus matices, sus vericuetos, sus dificultades, su perfección quisquillosa hasta el extremo. Es, sin duda, la mejor herramienta de España a lo largo de la historia. Una herramienta en la que te dejas la vida hasta aprender a usarla pero que luego no entiendes como podrías vivir sin ella. Realmente, te sientes como aquellos maestros renacentistas capaces de crear asombrosas obras de arte con el uso adecuado de los conocimientos aprehendidos. Debemos mirarla con profundo orgullo, llenos de admiración y cariño. Nunca entenderé como podemos rapiñar otros idiomas que necesitan matizar, adjetivar, acotar, aclarar o desarrollar un concepto con varias palabras cuando en mi querido español con una solitaria palabra podemos expresar eso, justamente eso que sentimos, pensamos o hacemos. Con dos ni te cuento, my friend.


P.D.: No he querido entrar en las razones que nos llevan a adoptar palabras que tenemos mejoradas en nuestro idioma. Supongo que las mismas razones que nos llevan a adoptar a Henry Kamen, las hamburguesas o a tantos otros productos de segunda venidos de fuera en desprecio de lo que hacemos aquí mejor.

KAMEN, EL HISPANÓFOBO


No sé exactamente cuándo empezó a hacerse. Probablemente con la llegada de la democracia representativa o tal vez en el momento del nacimiento de las naciones más norteñas de Europa. Naciones que anhelaban formarse una historia ad hoc que contentase a la mayoría, exaltase los escasos triunfos, convirtiese en heroicas las derrotas y fomentase la unión en torno a banderas del pasado que, en la mayoría de los casos, jamás existieron.


Supongo que por ahí comenzó la historia del uso pernicioso y prostitutivo de la Historia. Ahora, cualquier dirigente de medio pelo, con el fin de arrimar el ascua a su sardina, compra el pedazo de historia que le interesa al historiador en cuestión. Falseada claro está. No falseada porque sí, por error involuntario, se trata de falsearla con el objetivo de que él pueda presumir de que su pueblo fue “el primero en…” o “tuvo el privilegio de acoger al preboste mundial de turno cuando éste hubo de parar en mitad de aquella desangelada noche para que sus caballos pudieran dejar la cagada en la esquina de lo que hoy es la Plaza Mayor y después degustar la vegetación local”. Hasta ahí casi bien, pecadillos veniales, Padre. Lo mismo se lleva haciendo con todas las iglesias; todas sin excepción contienen una importante reliquia cristiana. Todas falsas por supuesto. Pero vete tú a contárselo a los mozos de Quintanilla del Olivar sin salir trasquilado.


Lo jodido viene cuando llega un birmano de Inglaterra con pinta de andar buscando el sol que no le daba en Oxford. ¡Ay España! con su calorcito, sus playas, su tinto y sus gilipollas de sillón dispuestos a soltar parné a cualquier guiri venido de allende los mares con el tintero cargado de balas. Y ahí empieza el problema. El guiri descubre que aquí se vive mejor que en su casa, que le pagan más por soltar cuatro patrañas y se especializa en ser hispanista, o hispanófobo según se mire. Cuenta cuatro mentiras sobre Felipe II, pone de facha parriba a Cervantes y Unamuno, nos cuenta que la cosa esta de España se inventó hace un par de días por Franco y sus amigotes. Mientras tanto, un par de catalanes le siguen dictando, le ríen las gracias, le sueltan la tela (que sale del Gobierno central, claro) y le aplauden con las orejas.


No es sólo culpa de los catalanes que reparten la subvención, ellos hacen su trabajo. Carod y cía. mantienen en píe el chiringuito gracias a eso. Quizá el problema viene de todos los españoles que hacemos caso a esta clase de tipos. Lo hacemos porque seguimos pensando que lo que viene de fuera es mejor que lo fabricado aquí. También porque nos pone verdes; ya se sabe aquello de “y si critica a un español, es que es español”. Y a los de aquí, que les den dos duros, que son españoles y encima dicen la verdad. País cainita.

viernes, 12 de junio de 2009

DE LIBROS


Hoy va de libros la cosa, mis favoritos. Se aceptan sugerencias, recomendaciones etc...


Juan Eslava Galán: Historia de España contada para escépticos (hilarante). Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie. Los años del miedo (la ternura hecha libro). En busca del Unicornio. Los españoles tal como fuimos. Califas y eunucos


Arturo Pérez Reverte: La sombra del águila. Un día de colera. Trafalgar (excepcionales todos ellos, una forma única de relatar vivencias) Cualquiera de sus libros de artículos semanales. La piel del tambor. El maestro de esgrima. La tabla de Flandes, La Reina del Sur, Territorio Comanche (aceptables, sin más)


Juan Antonio Cebrián: cualquiera de sus muchos libros divulgativos, a pesar de no acercarse a la calidad que tenía como contador de historias a través del micrófono.


Las dos novelas de David Gistau, en especial A que no hay huevos; mucho más fresca y original


Cualquier texto medievalista de más de 50 páginas de Julio Valdeón, un grandísimo desconocido al que a veces, sólo a veces, se le ve el plumero


Mitos de la Historia de España de García de Cortázar.

El Quijote y los libros mosqueteriles de Dumas (imprescindibles)

No pienses en un elefante (sugerente)

Ninguna guerra se parece a otra

Duelo de titanes de Lucía Méndez, periodista que recomiendo muy encarecidamente seguir en El Mundo

Camposanto (sorprendentemente bueno)

El Codigo da Vinci (ameno)

La Catedral del Mar y La Sombra del Viento (obvios)

Hegemonia o Supervivencia

Las Crónicas Nacionales de Benito Pérez Galdos

Fantasmas de Edimburgo

El último Catón. Iacobus de Matilde Asensí

La ruta prohibida. La Cena Secreta de Javier Sierra

Rex Mundi

1984 de Orwell

Cualquiera de los desternillantes libros de Eduardo Mendoza

Cualquiera de los libro-mentira de Henry Kamen, teniendo en cuenta eso; que cuanto hay en ellos es mentira. Su estilo es realmente bueno

El gran manipulador de Paul Preston

Los libros dedicados a la mafia, espías e Iglesia (perdón por usar tanto sinónimo) de Eric Frattini.

El dardo en la palabra

La metamorfosis

Cien años de soledad.

Soldados se Salamina

La Caverna de Sara Mago jeje

El alquimista de Coelho

Las rosas de Piedra

Yo pondré la guerra

Los santos inocentes

Las batallas legendarias y el oficio de la guerra

Y luego llegaría la sección "Libros sobre Oriente e islam" que, obviamente, son sólo para interesados.
Faltan algunos buenos y muchos mediocres pero ni mi tiempo ni mi memoria dan para más.


lunes, 8 de junio de 2009

VICTORIA INTERNA, DERROTA PÚBLICA


Se han añadido tantos calificativos, tantas coletillas y tantos matices a las palabras victoria y derrota esta noche que uno no sabe muy bien que poner. La derrota del PSOE es un sonoro bofetón de los españoles a una gestión pésima, sectaria, errónea por acción y omisión del Gobierno. “Además de mentirnos no das una, macho” le han dicho los españoles a Zapatero, con razón claro. Al primer viento hemos descubierto que detrás de la ceja, las alianzas de civilizaciones y los pepiños había tan sólo paja, humo. Nos hemos encontrado con un presidente incapaz, que nunca había afrontado una tempestad porque nunca había gestionado nada que no fuera la economía de su casa con ayuda de Sonsoles. Ha sido una gran derrota pública del PSOE.


En cuanto al PP es una victoria ajustada, con muchos matices. Los más optimistas dirán que es el segundo mejor resultado en unos comicios tras los del 2000. Los otros dirán que con la que está cayendo es una victoria pírrica. Y ambos tienen razón. Este resultado, ¿cuánto tiene de victoria popular y cuanto de derrota socialista? El tiempo lo dirá. Yo me quedo con la sensación de que seguimos teniendo un suelo muy firme y unos cimientos tan sólidos que nos impiden crecer.


De momento lo cierto es que es una victoria popular. Muy en clave interna para Mariano Rajoy, un balón de oxígeno para afrontar las próximas Generales previo paso por las Municipales y Autonómicas. De ahí lo de victoria interna.


Por cierto, que no se pase por alto un detalle. Estas elecciones las han monopolizado Mayor Oreja y el nuevo equipo de Rajoy. Unos con unas ideas y otros con otras. Uno con una forma de hacerlas llegar y otros con otra. Ambas aceptadas y bienvenidas al PP. Por ahí pasa la victoria popular. Por aglutinar, potencias las similitudes (que son muchas) y no buscar las diferencias (que son mínimas) entre las varias tendencias, familias, clanes o como se quiera llamar. Es la grandeza y a la vez condena del PP.


P.D.: Nunca me gustó la gente que es egoísta en la victoria y generosa a la hora de repartir las derrotas.

domingo, 7 de junio de 2009

SE ACABÓ LA CAMPAÑA


Se acabó la campaña, la de las europeas. Una campaña son 15 días donde se abrasa al españolito de a píe con carteles por todos los rincones de todas las calles. Carteles con la jeta del candidato y frases pretendidamente originales y sugerentes. El problema es que está todo tan trillado que cada campaña son varias balas menos en el revolver de la originalidad y la frescura. Los partidos se gastan verdaderas millonadas en carteles, publicidad, actos varios, correos masivos y en todo aquello que suponga bombardear al ciudadanos para que no se le olvide que la fecha en cuestión tiene que votar y a poder ser hacerlo por su partido.


No sólo se gastan millonadas, también neuronas por un tubo; con lo escasos que andamos. Los dirigentes adversarios se tiran los tratos a la cabeza, cualquier nimiedad es buena para convertirla en una montaña, prometen, prometen y vuelven a prometer como los peces en el río. Algunos, unos pocos que no merecen estar en esto, se dedican a insultar a los rivales convirtiéndolos en enemigos. Es la falta de mensaje, de ideas, de hechos; antes eso solo queda gritar más fuerte y buscar llamar la atención.


Para los afiliados activos de un partido una campaña es una jodienda. Son quince días que se convierten en un mes en el que práctimante tu vida se resume en repartir papeles, ir de acto en acto, sonreir siempre y mirar el mundo desde la ventanilla de un autobús. Esta campaña ha sido un tanto rara vista en clave NNGG León; sin embargo ha sido un buen preparativo para lo que se avecina dentro de un par de años: las municipales y autonómicas; la madre de todas las batallas. Muchos que no lo conocían han vivido de cerca como es esto de una campaña. Eres parte de eso en lo que nadie se fija, todo lo que está detras del atril, del candidato y de las megapantallas de a ochocientas pulgadas de plasma. Aquello será otra cosa, obvio. Será otra cosa porque algunos que en estos momentos rechazan utilizar todos los activos de la empresa que dirigen, en aquellos momentos no lo harán. Ya se sabe: no es lo mismo jugarte el pan del vecino que el tuyo.

domingo, 3 de mayo de 2009

DANDO GUERRA



Nos gustan las guerras. A ti no. Ni a mí. A los hombres, a la humanidad en general, digo. Somos así de gilipollas. Algo deben tener que las llevamos haciendo desde que nacimos. Las guerras son muy jodidas. O eso creo yo, que las he visto de lejos, por la tele; de oídas, que me las ha contado mi padre que no vivió ninguna. Te pegan tiros, matan, violan a tu madre, asesinan niños…que son jodidas vaya. Últimamente no tanto, parece ser. O eso o que no hay guerras. A mí, tonto que soy, me habían contado que las guerras las hacían los soldados. Pum, pum, crash los de un lado; cañonazo va, hostia que te crio los del otro. Ahora no. Los soldados ya no ejercen, están jubilados, Se dedican a labores humanitarias, poner tiritas, desatascan tuberías, pujan vírgenes en romerías, cualquier día, si te dejas, te planchan la ropa.


Viene esto a cuento de la imbecilidad a la que nos someten las teles, los anuncios, los periódicos acerca de cómo en el Ejército se hace de todo menos pegar –recibir- tiros. Cuentan también que en la guerra te preguntan antes de que te disparen. Un mojón de mastín leonés. A mí no me han contado nada de eso.


Leí el otro día a un tipo que sí conoce las guerras de cerca, tan de cerca que ha estado en ellas. Contaba el hombre que lo que no se puede es engañar a la gente. Si no estás a favor de las guerras y no eres un hipócrita, desarma el ejército y deja de vender armas a otros países. En caso contrario, cuando te toque ir a la guerra agachas la cabeza, te jodes y apoquinas. Entiendo el dolor de las familias, porque el miedo es el sentimiento más humano. Lo que no entiendo son los soldados que se quejan de ir a las guerras, o a los tertulianos que lo hacen por ellos. En su sueldo, el mayor epígrafe pone guerra y el segundo miedo a la muerte. Como si el albañil se quejará por tener vértigo cuando está a 100 metros de altura sobre dos hierros mal puestos. Pero claro, al albañil le cuentan a lo que va. Al soldado le dicen que va a conocer mundo, trabajar para una oenegé y a la gente nos cuentan que nuestros soldados solo tocarán una escopeta para hacer prácticas. Tabién nos visten todo con palabras como humanitarismo, daños colaterales, victimas civiles y cuantos eufemismos se les ocurren a los hijos de Goebbels


Luego pasa lo que pasa. España se apunta a una, por las razones que sean, y nos echamos las manos a la cabeza. Ay mamá que las balas son de verdad. Un tiro sale desviado –o no- y algún periodista no regresa vivo. Pues sí, es los que tienen las guerras. De repente, nos despertamos del estado ese de imbecilidad con el que nos han comido el tarro a base de bien. Nos sueltan eufemismos y nos explican que una guerra es de todo menos perjudicial para la salud. Que el tabaco mata pero las guerras son excursiones con kalashnikov de atrezzo.


Antes también te vendían la burra para que te apuntaras al ejército, incluso a la guerra. El honor, tu gente, la patria, la soldada, conquistar tierras vírgenes y vírgenes sin tierras. Al menos todo aquello era cierto.

sábado, 2 de mayo de 2009

GLORIA AL VENCIDO


Fue el mejor espectáculo del mundo, un duelo al amanecer sin miedo ni piedad; dos equipos que se jugaban la Liga volcados en cada acción, a campo abierto. Incomparable, inconmensurable.


Ganó el Barcelona porque tenía que ganar. El Real Madrid puso el listón muy alto, le pidió a los de Guardiola su mejor versión y estos se la dieron ampliada a noventa minutos; una lección de cómo jugar a este deporte para ganar y maravillar. Me quedo con el Madrid, me apetece hablar de ese equipo. Hay gestas que necesitan no conseguir premio para convertirse en leyenda: la heroicidad del caído que ya confunde la sangre del enemigo con la suya propia y que sigue blandiendo la espada de rodillas. Hay maneras de ganar y maneras de perder, el Madrid ayer encarnó las virtudes de los mejores guerreros: honorabilidad, pasión, esfuerzo, lealtad a sus compañeros, incluso reconocimiento a los vencedores. Ha sido encomiable esa pelea suicida, kamikaze, del Madrid de los últimos meses, peleando con piedras, hachas y toda la fe del mundo.

Me quedo con Raúl, un tipo que nunca me ha sido simpático. Él, que es tan español como la tortilla de patata, se quedó, por méritos propios, sin cumplir el sueño de levantar la Eurocopa con La Roja. En vez de arruinar su carrera posterior reaccionó con bravura y casta. Él, que lo ha ganado casi todo, que está de vuelta, que tiene más dinero que algunas plantillas enteras de Primera División; él, que ya es una leyenda, sigue levantándose cada día para jugarse el físico en cada balón. Sus compañeros hablan de Raúl como un ejemplo a la hora de correr, pelearse, trabajar o entrenar y tienen razón.


Ha sido una persecución heroica, bonita por lo que tiene de ejemplar, épica por lo descompensado, indomable por la raza e intrépida cuanto más rocambolesca y cuesta arriba se colocaba. Me gusta del Madrid su fe, su forma de caer derrotado, dejándose cada gota de sudor sobre el tapete. Me gusta su rabia encendida, ganando partidos a base de coraje, sabedor que no podía hacerlo de otra forma. Me gusta que tipos que conducen un Ferrari se dejen la piel en una remontada imposible. Sobre todo al compararles con otros más cercanos, incapaces de dar una patada a un bote y que se creen tocados por la varita del dios del fútbol. Me gusta ver a Higuain gritarle al mundo que nada es imposible y creer en las posibilidades propias como si fueran ilimitadas.


¿El ganador? El reino del Barcelona no es de este mundo. Toca disfrutar de un equipo maravilloso, artista siempre y al que la inspiración siempre le pilla trabajando.

viernes, 1 de mayo de 2009

ERA LO MISMO...

Nota su cuerpo empapado de sudor. Se mira al espejo y no se reconoce. Cada músculo de su anatomía es un resorte en plena extensión, aprieta los dientes cuanto puede, como si al abrir la boca se le fuera a salir toda la furia contenida. Mira al cielo y solo ve cemento, un cemento gris que parece se le vaya a caer encima de un momento a otro. No es cemento, es ansiedad; esa que te aprieta la garganta y te oprime el pecho, que no te deja respirar ni sentir. Mira a su alrededor: tipos en su mayoría desnudos que ha conocido hace solo unos meses; llevan la palabra miedo tatuada en la frente y los ojos inyectados en adrenalina pura. Le gustaría estar en cualquier otro lugar, fuera de todo esto…pero tampoco se cambiaría por nadie. El ambiente huele demasiado cargado, es un olor tan asqueroso que prefiere pensar que no es real. Su corazón bombea sin control, dando la sensación de atravesar el pecho en cada embestida. No logra mantener el control sobre todos sus músculos, algunos se convierten en autómatas, guiados por un pánico invisible pero que se nota, se siente, todos saben que está ahí; acechándoles. Oye un rugido febril, ensordecedor sobre su cabeza, en su cerebro se convierte en un zumbido molesto tamizado por sus oídos. A su lado solo hay gritos; algunos de miedo, otros de esperanza, otros apelando a la masculinidad…

Pudo ser en Roma, minutos antes de salir a la arena del Coliseo. Es Madrid, un 2 de Mayo de 2009. Era lo mismo…

viernes, 17 de abril de 2009

HABLANDO CLARO SE ENTIENDE LA GENTE


Hace unas fechas fui a Valladolid al Congreso de sus Nuevas Generaciones. Fui atraído por un supuesto cóctel imaginario que nunca apareció; pero, sobre todo, por ver a algunos buenos amigos y escuchar en directo las perlitas de un tipo que para mí ha sido un ejemplo hasta que se jubiló. El cóctel, como digo, no apareció y las perlitas, tampoco. ¡Qué decepción! Pues no, la verdad que no. Venían tiempo atrás hablando de una ponencia que tenían como oro en paño, que expresaba verdades como puños y que pretendía ser eso mismo, puños en las mentiras de algunos.


"Ya están exagerando estos pucelanos" pensé yo convencido. Por aquí siempre hemos tenido a los chicos -y a los no tan chicos- de Valladolid como gente melindrosa, algo timoratos, mingafrias en el peor de los casos. Con el tiempo pensé que sería otra estrategia publicitaria para atraer gente a su Congreso, como lo del cóctel. El paso de los días me trajo la ponencia vía internet, a las tantas de la madrugada y con uno de los artífices en la sombra comentándome cada punto, haciéndome de Cicerone a través de las líneas. Lo cierto es que el mapa no necesitaba guía, se entendía por sí solo, hablaba claro y directo, quizá como nunca antes había escuchado hablar a alguien en política. Algunas de las cosas que decía llevaban la contraria a mis ideas, es lógico, en otras no estaba de acuerdo con la forma de expresarlo, es normal. Sin embargo, al acabar de leerlo, de un tirón, no pude menos que dar un aplauso virtual a la persona que me lo había hecho llegar. "Estas son mis ideas, ahí las tienes, no tengo otras, no pienso cambiarlas porque son mías, espero que las compartas, en caso de que no sea así, te respetaré y dialogaremos sobre ellas" parecía decir todo aquel escrito. Un golpe, un puñetazo a todos aquellos que viven sobre mentiras y tópicos obsoletos, pero sobre todo un verdadero KO a los funambulistas políticos que usan las ideas y las siglas para balancearse de unas a otras hasta siempre llegar a su objetivo.


Llegué a Valladolid -tarde, como siempre- conociendo lo mejor de su Congreso, sin embargo, aún me gustó más ver como un chico al que no había visto en mi vida hablaba emocionado de sus amigos y sus ideas, las mismas que yo había estado leyendo unas noches antes. El tipo hablaba con determinación, con conocimiento, se le notaba nervioso pero, sobre todo, se le notaba que creía aquello que estaba diciendo, por eso no tuvo ningún problema durante la intervención que dio a lo largo de más de diez minutos. Faltaba ver al nuevo presidente, a ese ya le conocía de antes y sabía que lo haría bien, fue una buena rubrica a un Congreso de gente que le dio una lección a los timoratos con una catarata de ideas claras

TINTA FRIA



Siempre me han interesado los medios de comunicación. Creo que ya hace mucho tiempo dejaron de ser el cuarto poder para ocupar un peldaño superior en cuanto a relevancia. En España, ya durante la I República con la proliferación masiva de diarios –algunos duraban días, especialmente en Cataluña- y, por supuesto, con la llegada de internet y el auge de los mass media.


Funcionan como altavoz del mensajero; un altavoz que selecciona extractos, opina, sintetiza a su manera, maquilla, deforma y hasta ridiculiza en algunos casos. Todos somos conscientes del poder de los medios. Ya nadie - ningún personaje público, se entiende- habla persona a persona con la sociedad, no se dirigen de forma directa a sus votantes; el canal ha cambiado. Es la gran perversión de la democracia: a quien más favorece es a los medios de comunicación. Una buena campaña mediática puede culpabilizar a un inocente, convertir a un candidato en elegido, hacer dimitir ministros o presidentes de clubes de futbol. Ninguna declaración nos llega sin haber sido previamente modulada por los mass media; la ventana global ha llegado.
Por eso hoy me quiero detener en los medios escritos leoneses, en dos en concreto. No voy a entrar a hablar de partidos, ni de instituciones, siglas o personas; ni siquiera de esos medios en concreto porque ambos sufren un mal común


Quede dicho, de forma previa y a modo de prólogo que inunde todo el texto, mi total admiración y reconocimiento a los excelentes profesionales de los periódicos leoneses. Gente que trabaja de sol a sol –cuando llueve también-, pegada a un ordenador y un móvil, que no son tratados con el respeto que merecen, ni recompensados de forma justa a su labor y esfuerzo.
Hace tiempo los directores o propietarios de los medios eran controlados por las instituciones públicas a través de la publicidad. Quien necesite un ejemplo sobre esto que consulte la “era chavista” en Andalucia.


La publicidad siempre ha sido el caballo de batalla de un diario local donde pocas grandes empresas están dispuestas a estampar su logo y donde las pequeñas firmas provinciales carecen de recursos. Por ello, no es desdeñable el control ejercido por cargos públicos a los medios mediante el uso de la publicidad.


De un tiempo a esta parte se han instalado en los diarios una nueva clase de jefes. Jefes a los que las únicas letras que les interesan son las de las licitaciones de obras. Con ellos muchos peligros y un control mucho más exhaustivo por parte de las instituciones. Estos jefes de ladrillo y grava han convertido los diarios en horas parroquiales, casi publicitarias de sus empresas matrices. Sirven de látigo de infieles –a la matriz se entiende- y de palmero para los más fieles. Los periodistas bajo sus órdenes quedan convertidos en meros picateclas porque la línea editorial es tan clara y tajante que no conviene salirse una letra. Y por si fuera poco está la crisis, la maldita crisis que azota con viento huracanado todo cuanto se mueve, la crisis que obliga a agudizar el ingenio o la mala leche. Algo así ha pasado en los medios, donde cualquier excusa económica es buena para reducir plantilla, apretar filas o darle otra vuelta de tornillo a la de por si dura línea editorial.


Entre medias cada vez menos lectores deciden bajar de casa, acercarse al kiosco, pagar un euro y llevarse el periódico a casa. Saben que van a leer sesenta páginas de publicidad encubierta. Más aún sabiendo que todo lo tienen a un solo click en su casa. Corren malos tiempos para la tinta. Por eso, es de agradecer cuando en internet Soplan nuevos aires frescos y renovados.
Vuelvo al principio y termino con una anécdota no significativa. Me preocupa sobremanera el papel de los medios, cada vez hay menos espíritus libres dispuestos a buscar la Verdad de la verdad. Cada vez hay más personas que por falta de tiempo y ganas se quedan atrapados en la verdad de los medios, un granero perfecto para advenedizos del ladrillo dispuestos a encontrar amplios mercados.


Cada vez más estamos en poder de los medios –valga o sirva la redundancia – que mediatizan lo que ocurre, lo adaptan, matizan y nos los sirven para nuestro consumo rápido, fast food en toda regla. Es duro ver que, quizá, lo más decisivo de las pasadas Generales fue que RZ daba mejor en pantalla y miraba a los ojos…de la cámara.


Cuentan que, en otros tiempos ya lejanos, la primera pregunta que recibió el arzobispo anglicano al llegar a Nueva York fue sobre la situación de las prostitutas en NY. Sorprendido, el sacerdote contesto: “ah… ¿hay prostitutas en esta ciudad?”. El titular de los rotativos del día siguiente versaba sobre que el arzobispo anglicano de Washington había preguntado, nada más poner píe en la ciudad, si había prostitutas en ella.

UN GOBIERNO EN CRISIS


Nunca la palabra crisis sirvió para definir mejor, de forma más certera, ni precisa, ni evocando tantos matices las remodelaciones ministeriales como la sufrida por el Gobierno unas fechas atrás. Lo del Gobierno de Zapatero no es un cambio, ni una remodelación, ni siquiera una desaceleración o cambio de ritmo; es una crisis con mayúsculas y en letras rojas, como los números de su gestión.


Nos desvela dos cosas su crisis de Gobierno. Por un lado el pasado, su segunda legislatura ya se puede calificar de fracaso en la gestión y cumplimiento de objetivos tan solo a un año de comenzar: todo un récord. Por otro lado el futuro. Aquella P negra de ZP, negra augurando el futuro de España, se empieza a caer. Con ella se van los Bernat, Cabrera, Malenis, el furtivo o el ministro cansado de no ejercer. Ya solo queda una Z roja, muy roja; roja de sectario y partidista, maniquea, victimista, trasnochada, felipista en los malos modos. Roja como los son políticos fracasados al estilo de Chaves o Trinidad Jiménez. El primero arrastró en su caída a toda una comunidad autónoma, resucitó las taifas en España mientras servía de ejemplo de cómo formar una red clientelar. A la otra los madrileños no se lo permitieron. González Sinde creo que es un fichaje de Rajoy, quiero creer que el presidente del Gobierno no es tan torpe, quiero creer que es un gol que le han metido. Lo que creo seguro es que esa ministra nos va a dar muchísimos votos, al tiempo.


Me gusta Pepe Blanco, creo que es una persona muy capaz y válida, lo digo en serio. Le considero artífice de las victorias de ZP, con mucha suerte y malos modos eso sí. Creo en él como un vendedor de coches usados que conseguido que la mayoría de españoles viesen un Ferrari donde sólo había un cuatro latas. En el pecado lleva la penitencia y mis miedos. Cada uno vale para su labor y cometido. Ser buen vendedor/publicista/estratega/político de raza no implica ser buen ministro de Fomento, casi al revés diría yo. En Fomento se buscan tecnócratas, gente sin pulso ni vocación política., altos funcionarios que tracen redes viarias, firmen proyectos y ejecuten con diligencia sin estorbar demasiado. En ese flanco perderán la batalla. La retirada del mariscal de campo socialista para meterle en plena refriega va a pasar una muy alta factura al PSOE.
Decía que se cae la P y nos queda una Z roja y solitario, metáfora perfecta de lo que viene. Metáfora perfecta de este nuevo Gobierno. Los sondeos, los últimos resultados electorales, la gente no perdona a un gobierno que miente. Y todos tienen fresca en la retina la imagen de Zapatero tratando de camuflar la crisis con palabras que se las llevaban las frías ventoleras de datos al día siguiente. Esa es la verdadera crisis de Zapatero, la que de verdad le duele y amenaza con dejarle en la cola del paro del Congreso de los Diputados, la misma que ocupaba hace ya un lustro.


Por nuestra parte sólo queda esperar, ayudar en lo poco que nos dejen, pedir la confianza a los españoles y solucionar una vez más los problemas que ha generado la rosa marchita. Quizá ahí radica nuestro problema y el de España: el PP se ha convertido en un paraguas o en un bunker – según caiga- que sirve de refugio cuando vienen muy mal dadas, como si no sirviéramos para las situaciones en que el viento sopla a favor. Urge cambiar esa idea porque no refleja la realidad. Quizá necesitemos un Pepe Blanco para ello; pero como vendedor de coches y no como ministro de Fomento.

lunes, 30 de marzo de 2009

EN DEFENSA DE LOS POLÍTICOS


Como todas las facetas de la vida, profesiones y oficios incluidos, la política es un mundo poliédrico. Estamos acostumbrados desde fuera a ver la cara amable, el mejor lado de cada una de esas profesiones. Las series nos muestran a periodistas a la caza de importantes exclusivas, médicos salvando vidas en el último instante, policías en arriesgadas operaciones de las que siempre salen ilesos y victoriosos. Por supuesto que todos ellos son jóvenes, guapos, ingeniosos y muy divertidos. Nadie nos habla de los sueldos ínfimos, los peligros a la vuelta de la esquina, las guardias interminables o las noches en vela previas a cada examen antes de llegar a ejercer.

Algo similar sucede con la política. Los medios de comunicación se encargan de mostrarnos a personajes alejados de los ciudadanos, rodeados de toda clase de lujos y prebendas, nada es suficiente para ellos. Devoran suculentos platos en los mejores restaurantes, viajan en lujosos coches, tienen a su disposición los mejores medios, los ayudantes más eficaces, por no hablar de sus fastuosos despachos. Sólo es una cara del poliedro, una cara minúscula y vista desde un lugar injusto que nos deforma la realidad hasta convertirla en una obra del mejor Valle-Inclán. Con todo, esa minúscula e injusta cara son solo unos pocos, un pico del iceberg que forman los miles de ciudadanos que se dedican a la política como cargos públicos o de partido; personas que gracias a sus férreas convicciones e ideas honran la profesión e incluso la vocación convertida en hobbie.

Hay quien, de forma errónea, se introduce en política buscando lo que le venden los medios de comunicación. Duran poco. Buscan algo que no existe y lo que encuentran es sacrificio, abnegación, trabajo, mucho trabajo, una ingente maquinaria que funciona por detrás de las sonrisas y los abrazos, de los slogans y los atriles, incluso de unas luchas por el poder que les son totalmente ajenas. Incluso, una buena parte del iceberg, aquellos que son alcaldes y concejales de municipios pequeños, sin duda los más abundantes en España, deben congraciarse más con los sinsabores que con las alegrías, con el duro trabajo que con las mieles del éxito político. Pocos alcaldes pisarán moqueta cada día bajo sus pies, casi ninguno pronunciará inmortales discursos, no vivirán bajo los focos de las televisiones. Eso sí, seguro que les suenan jornadas maratonianas de trabajo, quemar motores de coches a base de hacer girar cuentakilómetros, convertir el teléfono móvil en un apéndice de su anatomía, patearse cada centímetro del pueblo, conocer todas las inquietudes y necesidades de los vecinos. Pregúntales la forma de hacerte escuchar ante el más intransigente o tratar a quien te odia con el mismo cariño con el que tratas a un hijo; seguro que de eso si son capaces de dar una clase maestra. Ser alcalde es trabajar de 8 a 2 en una oficina, atender los asuntos ayuntamiento, organizar la feria de tu pueblo durante toda la tarde, la noche y parte de la madrugada, ser el primero en abrir el recinto a primera de la mañana y ser quien cierre cuando todo termine. Entre medias regalar sonrisas, repartir abrazos, recibir críticas y atender a los que pisan sobre moqueta con el máximo mimo porque en juego están todos y cada uno de los intereses de tus vecinos.


Nadie le dice a los jóvenes que la política es un duro camino plagado de espinas y baches, un camino que solo se recorre con voluntad de hierro, con inquebrantables valores e indestructibles lazos de amistad. Esos jóvenes, esos alcaldes, esos concejales, esos rostros anónimos que llenan mítines y pegan carteles...esos son los que hacen grande la política.

P.D.: a la persona que me inspiró este texto y me enseñó lo que es de verdad la política.

EL LEÓN QUE VINO


Todos los leoneses recordamos, para nuestro infortunio, el célebre lema con el que Paco Fernández nos obsequió los oídos. Un lema que le sirvió para entrar en la planta séptima del Consistorio apoyado en dos muletas llamadas Pardo y Chamorro.


“El León que viene” era su frase de cabecera, la que diseñaron sus jefes de campaña, hoy convertidos en Jefes de León. Hablaban de una ciudad endeudada, antigua, anquilosada, mal gestionada por Mario Amilivia. Prometían todo lo contrario, aderezado con un poco de leonesismo rancio y trasnochado, ese leonesismo de pancarta y victimismo que nos hace sentir como mendigos reclamando limosna a la puerta de nuestra Pulchra.


Hoy, casi dos años después de que los ciudadanos leoneses confiasen la gestión de su tesoro más preciado a Francisco Fernández, el resultado no puede ser más evidente. Ni más decepcionante para los que, de forma equivocada, confiaron en él. No les culpo, un embaucador siempre goza de una primera oportunidad, rara vez tiene una segunda, no debe tenerla nunca.


El León que viene es el León de Francisco Fernández. Un alcalde que cuenta sus días por errores, sonados escándalos, despropósitos, desgobierno y embustes a cada cual mayor.El León que ya vino es el León sin alumbrado, con parques descuidados, con calles repletas de basura, sin mejoras, edificios abandonados, patrimonio turístico que parece administrado por nuestra competencia… La mejor prueba de la no labor socialista es dar un paseo por León, máxime ahora que nos visita puntual la primavera. Esta no es nuestra ciudad que nos la ha cambiado. Y tanto. Nunca se vio un León tan gris, tan sombrío, tan apagado…casi tan apagado como el alcalde.


Un Fernández que ahora le ha dado por privatizar, casualmente lo único que da saldo positivo en nuestra ciudad. ¿No sabe sumar o hay gato encerrado? Suena sospechoso, tanto que su número dos le deja tirado por coherencia y honradez.


Fernández decía, prefiere estar a otras cosas. Primero a tomarse revancha con los más débiles, ya se sabe aquello de “fuerte con los débiles y cobarde con los poderosos”. Por la puerta principal salen honrados trabajadores municipales despedidos para que entren otros menos trabajadores por la puerta de servicio. Clientelismo puro y duro.


También está Fernández a sus cosas que nunca son las nuestras. Sus cosas son los empresarios de altos vuelos, los que hacen correr ríos de tinta virtual y con los que tenía una deuda que ya está bien pagada. Nunca un alcalde lo fue de tan pocos ni en contra de tantos. Fernández está out, missing, fuera de cobertura cuando no apagado.


Un tipo extraño este Fernández, al que antes de haber llegado ya le están buscando sustituto, un caballo Blanco con muchas manchas negras. Este es el León que vino…y se irá, añado yo. Un León gobernado por un alcalde oculto, pusilánime, sin pulso, sin ganas, sin actitud ni aptitud. Un León en el que todos los cambios siempre han sido para peor. Si este es el León que iba a venir…vete pronto y no vuelvas. Por nuestro bien.