Una vez me dijeron que un texto te deja de pertenecer en el momento en que lo rubricas con el punto final. A partir de ahi pasa a ser propiedad de quienes lo leen. Y cada uno tiene su propio texto. De ser cierto tengo que pedirte comprensión, algo de cariño, paciencia y buen humor cuando no pienses como yo...que será en muchas ocasiones.Espero que este blog sea un humilde homenaje a aquellas reuniones nocturnas de nuestros abuelos; leoneses que compartían vivencias y opiniones al calor de la lumbre.
Bienvenido a este lugar que ya es de los dos.

domingo, 30 de enero de 2011

EL DEMAGOGO RAJOY

Me ha sorprendido mucho ciertas reacciones a la entrevista que Mariano Rajoy mantuvo con Gloria Lomana el pasado lunes en Antena 3. A Rajoy siempre se le ha acusado de no querer mojarse, de no querer lanzar iniciativas. Y esta vez lo hizo, poniendo una batería de medidas en materia económica sobre la mesa. Lo hizo desde el primer minuto, partiendo de lo general y entrando en lo concreto mediando con llamamientos a la esperanza y a la confianza de los españoles. Del mismo modo que lo ha hecho en la primera entrega de la serie de tres entrevistas que ha concedido al grupo editorial de El Mundo.

Lo curioso es que ahora se le acusa de demagogo por lanzar medidas que para algunos son consideradas como gestos o lo que coloquialmente se llama el chocolate del loro. Por partes, por un lado Rajoy habló de iniciativas directas para crear empleo, para incentivar la iniciativa empresarial, para potenciar las medianas y pequeñas empresas así como a los autónomos o los jóvenes que tratan de acceder a su primer empleo o no elevar la edad de jubilación.

Pero sobre todo, austeridad hasta el extremo en el uso de los recursos públicos. No gastar más de lo que se debe ni se puede, limitar la deuda de las administraciones públicas, detectar cuales son las entidades públicas que no generar un verdadero valor o carecen de suficiente utilidad, restringir los privilegios de los dirigentes políticos… Por ese tipo de medidas se le acusa de demagogo y de realizar gestos para la galería, casi simbólicos. Y es que claro, si tomamos esas medidas una por una el ahorro no parece excesivo, en efecto, es el chocolate del loro. Pero… si vamos juntando chocolates al final el loro va a parecer toro con pico. No hay otra manera y esas deben ser las primeras medidas de un presidente del Gobierno responsable. Apretarse el cinturón hasta casi la asfixia en las cuentas públicas sin que se vea perjudicado el bienestar social de los españoles, evitar que las comunidades autónomas sigan siendo taifas manirrotas y mirar con lupa y microscopio cada uno de los gastos que se realicen con el dinero de todos. Primero, porque es innegociable y necesario. Es el agujero del barco más visible. Y segundo, sí, porque es una inmejorable forma de predicar con el ejemplo.

miércoles, 26 de enero de 2011

EL TRILERO FERNÁNDEZ

Una vez más, la enésima, nuestro alcalde se ha vuelto a quedar con las vergüenzas al aire. Y van demasiadas. Esta vez han sido los entrañables incompetentes que maldirigen a la Cultural Leonesa los que le han puesto al descubierto. La historia es rocambolesca y tiene demasiados claroscuros que, como es lógico, nunca verán la luz tratándose de este Equipo de Gobierno.

Por un lado, aparece Paco Fernández con tres posibles inversores. Cojonudo, el alcalde en un alarde de sus reputadas dotes de trilero negociando con tres a la vez y dejando al margen al Consejo, verdadero propietario del club. Todo formal y muy serio. Mientras, Chamorro, precavido como acostumbra ya estaba preparando las patatas para el jabalí antes de haberlo cazado. Jugando, una vez más, con las ilusiones de todos los aficionados leoneses. Y Picallo, que las dos veces que ha ido al estadio Reino de León fue para la inauguración y para cambiarle el nombre, decide viajar con el equipo. Lo dicho, les gusta más una foto que un fajo de billetes morados.

Al final, aparece Fernández de la mano de un desconocido inversor con capital árabe y cuya existencia es tan difícil de probar como la vida en otros planetas. La reunión relámpago con el Consejo termina con Fernández blasfemando, hablando de fechorías y soltando sapos por la boca en contra de Profutle porque estos se niegan en redondo a vender.

A los días escasos, sale el Consejo de Administración en pleno diciendo que ha conseguido todas las firmas necesarias, que vende el club por un euro, que lo regalan, que se comen el dinero perdido con patatas, como por otro lado es lógico. Con lo cual, no parece que las razones de la frustrada transacción vinieran por la negativa de los actuales propietarios. Descarta esa parte quedan las otras dos implicadas. Fernández o su inversor Rash Kaymad.

Al final, como siempre la bolita estaba en el bolsillo del afamado trilero Fernández.

martes, 25 de enero de 2011

GUÍA MIGUELÍN: EL PALESTINO

Antonio Salas lo ha vuelto a hacer. Esta vez, más intrépido que nunca, su objetivo ha sido infiltrarse entre terroristas internacionales. Porque, aunque el título del libro pueda inducir a pensar que lo hace entre los grupos terroristas palestinos, el libro viene a poner negro sobre blanco las relaciones existentes, activas y directas entre grupos insurgentes latinoamericanos (FARC, tupamaros, bolivarianos…), radicales islamistas, IRA y etarras.

El libro engancha desde la página uno como pocos lo hacen. Tal vez como sólo lo puede conseguir La Reina del Sur con esa frase inicial que pasa por ser una de las mejores de la novela patria. La investigación tiene mucho que contar y por eso, aunque no sea ninguna maravilla literaria logra mantenernos pegados al papel hasta el final.

Si bien es cierto que tiene algunos puntos negros. Por empezar, el libro es un canto al relativismo en el que Salas parece mantener unos prejuicios previos de los que ha sido incapaz de despojarse. Más bien lo contrario. Salas se empeña desde el minuto cero hasta el final en demostrarnos que unos y otros son iguales. Una y otra vez pretende empatizar con las acciones terroristas tratando de ofrecernos su punto vista. Esto es, a pesar de que en ningún momento justifica sus acciones sino todo lo contrario, el autor se empeña en atenuar y tamizar sus actos por diferentes vías (cultura, acción de sus enemigos, contexto social…). Incluso, llega a dar una visión de los terroristas que rozan la chapuza y el patetismo, incapaces de causar daño por su ineptitud. Tal vez todo se deba a un cargo de conciencia por haberles colado un gol del que los peor parados resultan ser todos los grupúsculos radicales de asesinos y mercenarios que se mueven orbitando en torno a Hugo Chávez. La defensa realizada del presidente venelozano roza lo surrealista, quedando este como un tipo que tiene la mala suerte de vivir rodeado de sicarios incontrolados a pesar de sus improbos esfuerzos por guiarles en el buen camino. Entre medias, alusiones a teorias conspiranoicas sobre Al Qaida, Ben Laden y los atentados del 11-S; teorias imposibles de descifrar de no haberse adentrado antes en los libros de Bruno Cardeñosa o Thierry Meyssan.

Dicho esto, el libro es entretenido y sirve para formarse un punto de vista inicial sobre la situación política de determinados países que acusan con mayor ferocidad los golpes del terrorismo. En especial, es interesante para obtener un punto de arranque de conocimiento en el conflicto palestino israelí. Tal vez lo mejor del libro. También para obtener algunas nociones más que interesantes sobre la cultura musulmana, temida en los occidentales entre otras razones por desconocida. Y desde luego, el trabajo, la investigación, además de titánica es merecedora de toda alabanza. Así como deliciosa es la historia de Ali Bey que Antonio Salas rescata del olvido.

Por cierto, y respecto al asunto final, me parece muy interesante una reflexión que escuche hace no mucho a Enrique Zimmerman. El corresponsal venía a decir que en el conflicto latente han sobrado líderes dispuestos a enfrentarse al enemigo y han faltado líderes con el coraje suficiente para decirle a los suyos lo que no quieren escuchar.

lunes, 24 de enero de 2011

PINGANILLOS Y OTROS CHISTES

Andamos todos los españoles tan imbuidos en la dinámica de cambio político que nos lleva que hasta se nos pasan por alto casi todas las zapateradas. Es la sensación que tenemos todos los españoles de dar por amortizado a este Gobierno y vivimos a la espera de que las Generales lleguen lo antes posible. Entre sopor y bostezo. Mientras toca aguantar. El caso es que estamos tan adormilados que casi cualquier cosa que haga Zapatero nos da igual, como el niño empeñado en romper un juguete y al que lo mejor es dejarlo que lo haga lo antes posible. Toca esperar.

Sólo cuando la zapaterada cobra tintes grotescos y de estupidez supina nos desperezamos levemente los españoles entre la tragedia y la comedia. Como lo de los pinganillos. 350.000 euros del ala. Todo para que Bono entienda en castellano a Tardá y para que Erkoreka pueda darse el gusto en euskera sin que Chaves pierda ripio. Cuando todos hablan el castellano, unos mejor que otros eso sí ¿Se puede ser más gilipollas? Cuesta creerlo. Viene a ser aquello del chiste de y si tú y yo somos de Madrid que hacemos hablando en inglés…Por ahí viene lo cómico. La tragedia está en que el chiste nos cuesta dos millones de las antiguas pesetas por cada pleno.

Y mientras Rajoy nos cuenta desde Sevilla que hay que hacer políticas de austeridad en todas las instituciones, que se nos ha ido a todos la cabeza con el asunto de los asesores y los cargos de confianza, que los parlamentarios deben ser los primeros en dar ejemplo. Y por aquí más cerca, Herrera dice que es hora de hacer más con menos. Pues eso, que blanco y en botella…