Una vez me dijeron que un texto te deja de pertenecer en el momento en que lo rubricas con el punto final. A partir de ahi pasa a ser propiedad de quienes lo leen. Y cada uno tiene su propio texto. De ser cierto tengo que pedirte comprensión, algo de cariño, paciencia y buen humor cuando no pienses como yo...que será en muchas ocasiones.Espero que este blog sea un humilde homenaje a aquellas reuniones nocturnas de nuestros abuelos; leoneses que compartían vivencias y opiniones al calor de la lumbre.
Bienvenido a este lugar que ya es de los dos.

miércoles, 24 de marzo de 2010

PARDO SE HACE AUTÓNOMO

Ha dicho Abel Pardo lo que ya todos sabíamos: ahora va por libre por aquello de llevarse mal con Chamorro. No es nada nuevo ni desconocido. Siempre he reconocido en Pardo al político más inteligente, carismático, talentoso y trabajador de cuantos habitan nuestro viejo y triste reino. Es un político de raza. Pero siempre le ha faltado aquello de "chicos seguidme, que doy la cara y os guio". Al final, lo que ha hecho siempre, como esta vez, son sus enjuagues para buscar a alguien que diese la cara por él, como ha hecho con Tejerina, como hizo con Chamorro, con todos en definitiva. ¿Por qué? Veámos, si Pardo coge a sus cinco acólitos del club de la X en Conceyu, al escritor leonés que tanto le defiende, a algún que otro intelectual y a los que se dejen de los colectivos ciudadanos leonesistas y se presentara a las elecciones como cabeza de cartel, ¿qué pasaría? probablemente no sacaría ni patita de concejal. ¿por qué? porque aunque sea el más trabajador, el más listo, el que más ideas aporta siendo, eso sí, la gran mayoría trasnochadas, inútiles, dañinas y muy sectarias al final los leoneses percibimos de él la imagen que el mismo nos ha querido dar: un radical irresponsable que usa el leonesismo como cortijo para él y lo suyos. De otro modo, es un gran ideólogo/estratega/cambalachista pero ni quiere ni sabe ni puede ser un líder.
Con todo, los leonesistas que votaran a UPL en las pasadas municipales seguro se siente más identificados en la mayoría de mociones e ideas presentadas por Pardo que en las de Chamorro. Porque uno se ha pasado cuatro pueblos, ha jugado con fuego y es un manipulador nato que vive en su mundo lo cual es cuanto menos peligroso cuando te dejan responsabilidades de gobierno. Pero al menos sabías lo que votabas. El otro, por su parte, se ha dedicado al vil sometimiento socialista, ejerciendo de rehén perfecto. Al final, como se vió el otro día en los desayunos con el alcalde quedó claro que la única misión de Chamorro es servir el café caliente y la bollería fresca a Paco Fernández.
Al final, el poso amargo que queda es la reflexión del título de este artículo. La política leonesa es un gran negocio y cuando a uno lo echan o ve cerca su final en una empresa decide hacerse autónomo para seguir recaudando.

lunes, 22 de marzo de 2010

PARA MEARSE DE RISA

De traca oiga, lo que ha pasado con los bomberos españoles y terroristas en sus ratos libres es de traca gorda. Todo porque a un aburrido jubileta gabacho se le ocurrió que tenían pinta sospechosa y hablaban en español - tócame un cojón, para mayor rima. Y a las autoridades franceses que, a pesar de tener un cadáver calentito sobre la mesa, siguen llamándoles “separatistas españoles”, no se les ocurre la brillante idea de cotejar fotos, trabajar con los servicios españoles y demás medidas de primera responsabilidad. Total, si cuela cuela. Y después, metida hasta el corvejón, toda la panda de corifeos españoles riendo la gracia de estos soplagaitas incompetentes franceses. Fíjese, con lo mucho que colaboran, que gran servicio hacen y además, un fallo lo tiene cualquiera porque mira que son majos eh. Hasta los bomberos parecían descojonarse de la situación: pues mire sí que me pasa a menudo oiga, con violadores y pirómanos sobre todo, pero la primera vez que nos confunden con terroristas ya ve usté. Manda huevos. Si llega a pasar a la viceversa que dice el otro, el Napoleoncete de las alzas echa espumarajos por la boca hasta que empiecen a desfilar carguitos, carguetes, altos cargos de Interior y no queda ni el que le trae los cafés al ministro de los GAL. Por si quedaba alguna duda, ya está claro que somos el puto hazmerreír de Europa.

CON DOS RIÑONES


Pues sí amigos, así es. Así es como la nueva Francia de Lievremont se ha llevado por delante el Grand Slam y a todos los equipos del VI Naciones. Contra todo pronóstico y con dos riñones. Atrás queda el rugby champán de los Serge Blanco, Saint - Sella y compañía que muchos no llegamos a ver. También queda en el retrovisor la Francia de Fabian Guardiola Galthié con Lamaison tirando flechas a las espaldas de los All Blacks. Todo un espectáculo que ya nos suena a batallitas de las que nos contaban nuestros abuelos cuando la guerra. El rugby que se destila ahora son kilos, riñones y mucho oval al suelo. Por desgracia, ya se acabó aquello de balón a los tres cuartos y el último que llegue se come el revolcón. Ya ni siquiera los neozelandeses se desmelenan, y si lo hacen es practicando el off load y poco más.
Eso lo ha entendido muy bien el entrenador galo para hacer claudicar a sus rivales. Tocaba ser más británicos que los más británicos del lugar y los franceses han sabido serlo. Les ha costado como es lógico; acostumbrados a su natural elegancia, a su infinita clase y a su savoir faire cuesta que te digan que hay que mancharse y remar en galeras. Los elegantes Blanco, Lamaison, Sella, Dourthe, Galthie han dejado paso a arietes como Barcella, Picamoles, Dusatoir o el mediático Chabal sobre los que gira el nuevo poder bleu. Han pasado por encima de una Inglaterra que aún busca su identidad y caras ilusionantes más allá de su Cid Campeador Wilkinson. Han burlado a la favoritísima Irlanda, que aún debe estar pensando en la oportunidad marrada con una de sus mejores generaciones. Una victoria que, antes de producirse sobre el tapete, ya se había fraguado en el sorteo.
Lo cierto es que para los orgullosos gallos ha sido toda una cura de humildad aprender que el rugby moderno se gana en partidos lentos, trabados, aburridos, densos, de fuerza y empuje. Justo cuando mejor quedan las ceñidas camisetas de modernos tejidos sobre cuerpos de Adonis metrosexuales, el dios del rugby dicta que hay que ganar a base de tipos feos con orejas deformes y narices chatas. Así sea pues. De si es más bonito o más feo que antaño hay opiniones para todos los gustos y es otro asunto a discutir.
Y mientras tanto, a España le siguen pintando el morro cada vez que quince georgianos, rumanos o portugueses se pasan a hacer visita por la Central de Madrid. Que envidia de nuestros vecinos y que desgracia de Federación.

martes, 2 de marzo de 2010

EL SECRETO DE CAMPANELLA


Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una película. Y eso que la cosecha de 2009 ha sido excelente, sobre todo en lo tocante al cine patrio. Casi siempre que voy a ver una película cuyas expectativas están en todo lo alto, la película me acaba dejando mal sabor de boca. Por no irnos más lejos ahí está Invictus. Cuando abandoné la sala tenía la sensación de que el gran Clint había malgastado una magnífica bala con el libro de John Carling
En este caso, las expectativas estaban más que altas. Quien me conoce sabe que me encanta el cine argentino y los creadores argentinos, personas que rebosan ingenio, originalidad, arte por los cuatro costados. También me gusta Campanella, incluso el Campanella con el punto de almíbar elevado hasta la hiperglucemia. Me cautivó con esa fantástica e inolvidable Norma Aleandro en el Hijo de la Novia y me hizo su rehén más absoluto con sus amores, sus lluvias y sus lunas de Avellaneda. Por si fuera poco, entre medias, algún que otro capítulo de House elevando el listón de esta genial serie. Y mientras, como hilo conductor de mi “idilio” con el cine argentino, Ricardo Darín. Ese prodigio de la interpretación que, de haber nacido más al norte, que sé yo, en New York o Pensacola, ahora tendría cuatro Oscars en casa y Marlon Brando le estaría haciendo un hueco en el Olimpo. Las expectativas, como digo, no podían ser más elevadas.
Aún así, la realidad supero las ilusiones. Dos horas de verdadero y puro espectáculo. Del mejor espectáculo que puede fabricar un cineasta. Un guión chispeante, con el sello del mejor Campanella al aparato. Diálogos profundos en los que las miradas dicen más que las palabras cuando se cruzan esos dos amantes frustrados. Breves conversaciones divertidas, originales, rebosantes de humor cuando Guillermo Francella aparece en pantalla. Un reparto de absoluto lujo, con Darín bordando su papel polifacético. Un Darín absolutamente estelar que camina entre el bribón de Nueve Reinas hasta el nostálgico empedernido del Aura pasando por el tímido galán inconcluso de El mismo amor, la misma lluvia e incluso recordando por momentos al taciturno Nicolás que inventó José Luis Cuerda. Pero esta vez también el resto del elenco mantiene el tono, con Soledad Villamil dando cumplida réplica, siempre al borde de querer que ocurra lo que sólo al final ocurre. Incluso los secundarios bordan papeles llenos de matices y de aristas. La historia es soberbia, con un final sorprendente sólo al nivel del epílogo de Nueve Reinas. Pero esta vez la historia tiene más peso, más enjundia, más calado, más trasfondo, más verdad, menos trampas. Realmente, lo que más me sorprendió de la película es que, por fin, un director argentino aprendió a vestir una brillante historia con los oropeles adecuados. Por fin Campanella supo situar a la altura de una bellísima historia una carga visual y simbólica que deja boquiabierto al más pintado. Por fin Campanella consiguió manejar los códigos del lenguaje visual para que nos cuenten tanto como su espléndido guión. A destacar la escena del ascensor, la del tren o la escena final de una silenciosa carga dramática digna de Óscar. Una obra de arte para paladear, para disfrutar, de principio a fin.


PD: También una buena compañía ayuda a que sea una buena película :)