No fue el 12 de Octubre, pero es la fecha que hemos convenido un poco entre todos para celebrar la llegada del hombre español a América. Sobre el asunto hay un interesante y entretenido libro de Juan Eslava Galán que aclara muchas leyendas y merece la pena: “Cristóbal Colón y los descubrimientos de América”. Sugerente título, ¿verdad?
En realidad, es lo de menos, Celebramos siglos de convivencia que como todas las convivencias ha tenido grandes logros y estrepitosos fracasos, sonoros desencuentros y provechosos encuentros…Y la lengua española, sobre todo celebramos eso. Hermosa rama del tronco latino que desde temprano momento se reveló como bella y eficaz, un regalo que dar al nuevo mundo por cuantas torpezas íbamos a cometer. Un regalo que han sabido manejar y engrandecer, transformar para mejorar. Una útil herramienta a la que gente con alma creativa y libertad indomable ha sabido añadir un punto de su irreverencia y calidez artística.
Desde los enfrentados Benedetti y Vargas Llosa pasando por la mágica realidad de Gabo o el siempre indescifrable Borges, incluso con la ultracomercial Isabel Allende, a quien hay que reconocer el mérito de acercar a toda una generación al mundo de las letras gracias a sus obras. Hermanos del inventor Cervantes, porque nada de lo hecho hasta ahora en la novela es más que una copia de todo lo que él ya plasmó o imaginó, el brillante pendenciero Quevedo, el atormentado Unamuno o el gran maestro Larra.
Vargas Llosa ha recorrido un largo camino literario e intelectual transitando desde un furibundo comunismo hasta llegar a la defensa del hombre y su libertad individual como razón vital. Un buen camino añado yo. Y en todo este tiempo siempre ha vivido pegado al mundo, a la realidad, crítico valiente, mordaz, implacable, periodista de silla inquieta y pluma afilada, infatigable narrador. Muestra de su valentía y de su independencia da buena cuenta el colocar en la categoría de personaje inmortal a Lisbeth Salander contra viento y crítica.
Peruano y español, de Arequipa y de Castilla, como la lengua que usa y ama. Vínculo de unión entre hermanos. Un Nobel para Vargas Llosa y para Góngora, Benedetti, Cervantes, Allende, Quevedo, Borges, Larra, García Márquez…Un Nobel para la lengua española dicen muchos. Un Nobel para muchos países y un único pueblo añado yo. Un Nobel para España y América.
En realidad, es lo de menos, Celebramos siglos de convivencia que como todas las convivencias ha tenido grandes logros y estrepitosos fracasos, sonoros desencuentros y provechosos encuentros…Y la lengua española, sobre todo celebramos eso. Hermosa rama del tronco latino que desde temprano momento se reveló como bella y eficaz, un regalo que dar al nuevo mundo por cuantas torpezas íbamos a cometer. Un regalo que han sabido manejar y engrandecer, transformar para mejorar. Una útil herramienta a la que gente con alma creativa y libertad indomable ha sabido añadir un punto de su irreverencia y calidez artística.
Desde los enfrentados Benedetti y Vargas Llosa pasando por la mágica realidad de Gabo o el siempre indescifrable Borges, incluso con la ultracomercial Isabel Allende, a quien hay que reconocer el mérito de acercar a toda una generación al mundo de las letras gracias a sus obras. Hermanos del inventor Cervantes, porque nada de lo hecho hasta ahora en la novela es más que una copia de todo lo que él ya plasmó o imaginó, el brillante pendenciero Quevedo, el atormentado Unamuno o el gran maestro Larra.
Vargas Llosa ha recorrido un largo camino literario e intelectual transitando desde un furibundo comunismo hasta llegar a la defensa del hombre y su libertad individual como razón vital. Un buen camino añado yo. Y en todo este tiempo siempre ha vivido pegado al mundo, a la realidad, crítico valiente, mordaz, implacable, periodista de silla inquieta y pluma afilada, infatigable narrador. Muestra de su valentía y de su independencia da buena cuenta el colocar en la categoría de personaje inmortal a Lisbeth Salander contra viento y crítica.
Peruano y español, de Arequipa y de Castilla, como la lengua que usa y ama. Vínculo de unión entre hermanos. Un Nobel para Vargas Llosa y para Góngora, Benedetti, Cervantes, Allende, Quevedo, Borges, Larra, García Márquez…Un Nobel para la lengua española dicen muchos. Un Nobel para muchos países y un único pueblo añado yo. Un Nobel para España y América.
Un magnífico y puntual regalo de cumpleaños.
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