Una vez me dijeron que un texto te deja de pertenecer en el momento en que lo rubricas con el punto final. A partir de ahi pasa a ser propiedad de quienes lo leen. Y cada uno tiene su propio texto. De ser cierto tengo que pedirte comprensión, algo de cariño, paciencia y buen humor cuando no pienses como yo...que será en muchas ocasiones.Espero que este blog sea un humilde homenaje a aquellas reuniones nocturnas de nuestros abuelos; leoneses que compartían vivencias y opiniones al calor de la lumbre.
Bienvenido a este lugar que ya es de los dos.

martes, 11 de mayo de 2010

MARIANO TRATA DE ARRANCARLO

Algo no cuadra, hay algo que está fallando y no somos capaces de detectar el problema. Está cayendo el diluvio universal. Empresas que cierran día sí día también, más de cuatro millones y medio de parados de los cuales un millón son jóvenes, casi la mitad de los menores de 29 años están en la cola del INEM, Grecia asomando por el retrovisor como un fantasma del que todos queremos huir, constantes advertencias de instituciones internacionales sobre la mala labor económica de Zapatero y…empate técnico. No puede ser, y además debería ser imposible.
La solución fácil es decir que los españoles estamos dormidos, que no reaccionamos, que vivimos en el pesebre. Es la solución fácil de ver el problema en el otro para no hacer el siempre duro y cruel ejercicio de la autocrítica. Imagino que el batallón de asesores y sociólogos populares estarán buscando el cable que está mal conectado. También me hago la idea de que escudriñarán los factores del voto oculto, la cocina del CIS que la ha habido, el desinterés ciudadano; mil argumentos, todos sólidos y de peso. Pero al final, lo que marcan las encuestas es un jarro de agua gélida en forma de empate técnico. Y es duro, porque el PSOE pasa por sus peores momentos, o eso parece, dado que la habilidad de Zapatero para sorprendernos con un nuevo estrépito y colocarse de nuevo en la “peor situación vivida” es inaudita. Es duro para el PP y para los españoles porque, al fin y al cabo, lo que ocurre es que no encuentran una alternativa real a un Gobierno pésimo. Quizá ahí este el problema, en la incapacidad de transmitir lo que sí somos: una alternativa real, seria, capaz, preparada…
Quizá todo sea más simple y más complejo a la vez. Todo parta de la eterna posición estratégica del Partido Popular. Mientras el PSOE se conforma con vivir en la izquierda o en la extrema izquierda dependiendo de lo que convenga en cada momento, el PP busca y trabaja para ser un verdadero partido de gobierno, un bloque de centro, aglutinador, que satisfaga todas las tendencias y responda a las verdaderas necesidades de un grandísimo y diferenciado espectro de ciudadanos. Aquello de quien mucho abarca poco aprieta. Una virtud que electoralmente se convierte en defecto porque el votante no sabe bien si debe identificarse con Oyarzábal o con Esperanza Aguirre, si con Jaime Mayor Oreja o con Celia Villalobos. Aunque en el fondo sean lo mismo y compartan más del 80% de postulados y principios. Al final, lo que ocurre es que al seguidor de Aguirre le chirria lo que dice Oyarzábal y tiende a quedarse con ello generando desconfianza. Es un fenómeno estudiado y comprobado siempre nos quedamos en la memoria con aquello que no nos ha gustado. Es un lastre, que luego, una vez se logra ser un equipo de gobierno se convierte en una incuestionable virtud como lo demuestran las diferentes Comunidades Autónomas Gobernadas por el Partido Popular.
Otro de los asuntos que traen de cabeza a los asesores del PP son los casos de corrupción. Extraño fenómeno este, porque en la CCAA más azotada por Gürtel el Partido Popular seguiría arrasando. Ahora bien, parece que a Rajoy se le castiga el continuo embolique en el entra cada vez que quiere zanjar la polémica. Se le acusa de tibieza, tardanza, medir con doble rasero, falta de claridad, etc…Y hace bien, porque por encima de unos resultados electorales están las personas y eso mismo es lo que se esconde detrás de los presuntos casos de corrupción. Personas a las que la presión mediática o apresurarse a falta de una sentencia judicial pueden destrozarles carreras y vidas. Pero esto es política, todo se mueve por otros baremos y es comprensible los achaques a los que se ve sometido Rajoy por la ciudadanía.

De lo que sí tenemos culpa los españoles es de vivir instalados en la anécdota y lo accesorio. Rajoy no es, desde luego, el paradigma de buen candidato. Se le seca la boca, no da bien en las fotos, patina con frecuencia cuando improvisa, se embarra donde no debe, transmite inseguridad sin quererlo…pero es un gran presidente, un muy buen político, excelente gestor, sobresaliente ministro, trabajador, inteligente, preparado. Zapatero es el reverso; un magnifico candidato y un pésimo gestor. Por eso preferimos quedarnos en la anécdota que ir a la sustancia.
El caso es que, por desgracia para los españoles, el PP no gobierna. Y se multiplican los lastres y se ven los defectos más que nunca. No hay que obsesionarse con las encuestas, la mejor encuesta serán las municipales de 2011 pero para eso aún falta un año y de ahí a las próximas Generales son cuatro días. Me cuesta creer que acabemos dando con el cable que permita a Mariano arrancar la maquinaria del PP. Me cuesta creerlo porque creo que tal cable no existe y seguir pensando eso es una quimera, es creer en las varitas mágicas. Son una suma de factores que no nos benefician y ante los que muy poco se puede hacer. Lo que sí hay que hacer es trabajar mucho, ilusionar, seguir trabajando, plantear una alternativa real, más trabajo hasta que esa alternativa real logre convencer a todos los españoles no sólo de que es real, si no verdadera y necesaria.

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