Una vez me dijeron que un texto te deja de pertenecer en el momento en que lo rubricas con el punto final. A partir de ahi pasa a ser propiedad de quienes lo leen. Y cada uno tiene su propio texto. De ser cierto tengo que pedirte comprensión, algo de cariño, paciencia y buen humor cuando no pienses como yo...que será en muchas ocasiones.Espero que este blog sea un humilde homenaje a aquellas reuniones nocturnas de nuestros abuelos; leoneses que compartían vivencias y opiniones al calor de la lumbre.
Bienvenido a este lugar que ya es de los dos.

sábado, 30 de enero de 2010

QUE SE LO JUEGUEN EN UN GRAN PRIX

Por dejar las cosas claras: si no fuera por falta de sitio, yo montaba el cementerio nuclear en el jardín de mi casa. Hasta donde yo sé, es tan peligroso como lo puede ser una central térmica pero menos contaminante; y si no que se lo cuenten a los amigos de La Robla. Lo que realmente está dejando claro este asunto es que una vez más el Gobierno se equivoca de pies a cabeza poniendo de manifiesto unas cuantas evidencias. Por empezar, la debilidad de un Gobierno que no se atreve a tomar decisiones sobre qué lugar es el más propicio para acoger esta instalación. Por seguir, los intereses puramente electoralistas de los inquilinos de Moncloa, dispuestos a permitir un bochornoso espectáculo circense y mercadeo entre localidades con tal de no mojarse y perder un puñado de votos en la decisión. Es decir, que da igual que los de abajo discutan y se enfrenten mientras yo no exponga la cara, ande yo caliente... Por finalizar, el doble rasero con el que siempre toma las decisiones Zapatero, quien, tras avalar todos los expertos la continuidad de Garoña y decidir cerrarla por sus huevitos, ahora nos cuenta que para la ubicación del cementerio lo que digan los entendidos que para eso saben mucho de eso.

En un pais normal, con un Gobierno realmente legitimado y respaldado por sus ciudadanos, el Ejecutivo habría tomado la decisión ateniéndose a los criterios que estimase oportunos sin abrir el proceso a una subasta entre municipios. Porque al final, pasa lo que pasa, cuatro alcaldes lanzados se tiran al monte buscando el mejor beneficio para los suyos y ya está el lio montado. Matavilla de arriba se enfada con Matavilla de abajo porque estos se van a llevar el dinero, el peligro, el empleo y el cementerio mientras que los otros sólo se quedan con el peligro. En fin, que sale el lado más casposo de la España de la pandereta, la envidia y la boina pueblerina que es uno de los grandes atrasos de este nuestro país. De repente, nos volvemos a convertir por obra y gracia de Zapatero en el célebre cuadro de Goya en que dos paletos se forran el pellejo a garrotazos. Por eso propongo que lo diriman en un Gran Prix, el pueblo que mejor resista los envites de la vaquilla "Carola, la que nunca enviste sola", se queda con el cementerio nuclear.Por cierto, que les pregunten a los vecinos de Garoña lo mal que les ha ido con las radiaciones de dinero, las mutaciones de empleo y los perjuicios de revitalizar una comarca.

lunes, 11 de enero de 2010

PACO, APUÉSTATE EL SUELDO

Acabo de pasarme por la web de dos grandes de León, Jesús Coca y Luis Vidal, de esos tipos con los que sabes que el periodismo leonés de las próximas décadas está en muy buenas manos. Dicen en leonoticias.com que en Facebook hay un grupo formado por 700 personas en contra de la aberración perpetrada por los Pacos en Fernández Ladreda. A raíz del asunto ha salido a la palestra uno de los dos componentes del célebre dúo de los Pacos: Paco Gutiérrez. El concejal de Urbanismo se ha jugado una cena con quien se atreva a decir que el desastre de Fernández Ladreda es una obra inútil. Lo que faltaba. Ahora vendra otra subida de impuestos para que Paco pueda meter en gastos de representación lo que se gaste en pagar cenas a los leoneses que anidan por Facebook...
A mí, así a bote pronto, se me ocurre que en vez de jugarse la cena podía jugarse la comida. Vamos, que si hay pelotas se apueste el sueldo...

MINGOTE, FORGES...Y AHORA LUCÍA MÉNDEZ


Supongo que muchos conozcáis a Lucía Méndez. Zamorana, integrante del Consejo Editorial del diario EL MUNDO, excelente articulista. Uno de esos modelos que alguien gusta de seguir cuando se dispone a teclear. Sus textos destilan claridad, coherencia y un puntito demagogo que nunca viene mal. En una de sus últimas columnas hacía un repaso tan superficial de los jóvenes españoles que casi acababa siendo una burda e injusta caricatura. Méndez va saltando de tópico en tópico sin dejarse ninguno por el camino hasta llegar a una absurda conclusión final. Aparatos lúdicos y tecnológicos de última generación, perfumes caros, alcohol, redes sociales, infames series de televisión, más alcohol, malas contestaciones, fiestas, extrañas vestimentas y, por supuesto, alcohol, muchísimo alcohol. Todo ello para acabar llegando a la aguda resolución de que como nos sobra de todo y vivimos tan acomodados necesitamos estar al borde del coma etilíco para sentirnos vivos. Toma ya.
A título personal me disgusta que una brillante periodista como Lucía Méndez haya caído en la trampa o, por mejor decir, quiera agrandar la tela de araña que trata de caricaturizar a los jóvenes españoles. La tela de araña que lleva grabado a fuego el perfil de borrachos, consentidos y maleducados. Lo que ocurre es que el problema va más allá y obcecarse con Lucía Méndez sería cometer su mismo error: permitir que los árboles nos impidan ver el bosque. En su caso se refiere de forma exclusiva a los adolescentes, por lo que se desprende del texto chicos que aún no han pisado las aúlas del bachillerato. Al final, siempre es lo mismo, unos reivindicándose como la generación mejor preparada de la historia, los mayores tratando de dibujar a los sucesores como irrespetuosos vagos que han recibido todo hecho. Siempre ha sido así y siempre será del mismo modo. Lo que está claro es que pretender equiparar útiles informáticos con el abuso del alcohol sólo puede obedecer a vivir alejado de la realidad. Tambien está claro, una vez más, el maltrato que sufren los jóvenes por parte de los medios de comunicación. Claro que hay jóvenes contestatarios y respondones, en numero similar al de cuarentones maleducados. Del mismo modo que los adolescentes se enganchan a la red social de moda como lo hace nuestra anciana vecina a vivir en el rellano de la escalera oído avizor. Exactamente igual que las lamentables series juveniles gozan del mismo predicamente que las faranduleras de turno en horario de sobremesa.
Por eso que, cada uno tenemos nuestras taras, vicios y defectos. La injusticia viene cuando aislamos una parte para que el conjunto no nos chafe la noticia o la columna fácil cargada de crítica social. Decir que todos los jóvenes somos borrachos, maleducados, desinformados, pasotas y desagradecidos es tan injusto como decir que todos los periodistas son mentirosos, manipuladores, poco profesionales, vengativos y parciales. La realidad es que sólo lo son algunos, en los dos casos.